viernes, 4 de marzo de 2011

Habanos- Montecisto





La Denominación de Origen Habano puede ser otorgada a todos los tabacos (o puros) en los que el 100% del Tabaco que los compone haya sido cultivado en Cuba. Asimismo es requisito imprescindible que los tabacos hayan sido manufacturados en Cuba, tras múltiples y severos controles tanto a nivel del proceso agrícola de cultivo y secado, como la fase de elaboración en las fábricas, en todos los momentos de elaboración: selección de las hojas adecuadas, control de elaboración, control del tiro, del sabor legítimo de cada una de las marcas y finalmente de la calidad de su apariencia y presentación. La Calidad del Habano Resulta de la mística unión de 4 factores: Suelo, Variedades del tipo de tabaco negro cubano, clima y la sabiduría de nuestros campesinos y torcedores A pesar de múltiples intentos de adquirir la calidad de un auténtico Habano en otras regiones del planeta con semillas de origen cubano, nunca llegan a la calidad inigualable del Habano. Estos mismos factores: radiación solar, temperatura media, humedad atmosférica, composición del suelo y del subsuelo, en armónica combinación, son los que hacen que tabaco de "las calidades del Habano, tanto en su aspecto agrícola como en el industrial, sólo pueda producirlo CUBA. Por lo tanto el sello de Habanos que adorna las cajas de las marcas es la garantía que certifica que esos tabacos (o puros) están amparados por la Denominación de Origen Protegida Habanos. O lo que es lo mismo es una garantía de calidad y origen que solo se otorga a los mejores tabacos (o puros) elaborados en Cuba bajo las más estrictas normas de calidad, con las mejores hojas seleccionadas de las regiones tabacaleras de la Isla.


La elección del Habano
Se requieren cuatro de los cinco sentidos a la hora de elegir un Habano, o los cinco si, como algunos creen, se considera que se puede deducir algo al escuchar el sonido de un puro al palparlo cerca de sus oídos.

La capa debe agradar a la vista. Quizás usted prefiera un color claro, o quizás uno Maduro u oscuro. De cualquier manera, el color debe ser uniforme en todo el puro y la hoja de capa debe tener cierto brillo. No se preocupe si aprecia alguna mancha blanca o verde. Estos son efectos naturales, puntos de belleza si así lo quiere, que aparecieron durante los procesos de crecimiento o de curación. Ninguno de ellos afecta la calidad del puro.

Palpe el puro suavemente, presionándolo ligeramente entre sus dedos gordo e índice para verificar su estado. Lo debe notar firme pero no duro al tocarlo.

Disfrute de los aromas que emanan de una hoja bien curada, que siempre constituye un anticipo de los sabores que posteriormente disfrutará.

El sabor solo puede evaluarse al fumar; todo un reto si consideramos que existen más de 220 puros distintos y 32 marcas diferentes de Habanos, cada una con su propio estilo.

A los que se inician, se les aconseja experimentar con alguna vitola de referencia, que exista en varias marcas, tales como la Mareva.

Comience con una de las marcas de menor fortaleza, su tienda de puros le podrá aconsejar sobre los diferentes sabores.

Para los fumadores más experimentados, la mejor guía es la cantidad de tiempo con que cuenten.

Recuerde que un Habano de tripa larga se hace de forma tal que su sabor se intensifique por etapas a medida que usted lo fuma.

Sería una verdadera pena abandonar un Habano, antes de que haya tenido tiempo de mostrar sus verdaderas características. Así que seleccione una vitola que usted tenga tiempo suficiente de disfrutar desde el principio hasta el final.

El corte

El corte deberá hacerse justo encima de la línea donde del gorro se une a la capa (en Figurados se recomienda 3mm desde el borde).

El objetivo es bien sencillo. Se debe crear una apertura lo suficientemente amplia como para asegurar un tiro adecuado, al mismo tiempo que se garantiza que una parte de la perilla permanece, para así evitar que la capa se desprenda.

Existen varios instrumentos que pueden realizar el corte. Se les suele denominar corta-perillas. El más popular es una guillotina de una o dos hojas. También existen las tijeras especiales para los puros. Otro es el cortador de troquel (o de bala) con su cuchilla circular: éste elimina una sección de la perilla del puro, y tiene la ventaja de preservar la forma de esa perilla aunque tiene varias limitaciones, como en el caso de los puros figurados.

No son recomendables los cortadores en forma de V, que tienden a romper el gorro. Tampoco se debe perforar la tapa con un fósforo o un palillo de dientes ya que con esto se comprimirá la tripa formando un nudo que puede impedir el correcto tiro del puro.

No retire la anilla ya que podría dañar la capa.


El encendido
Aquí se aplican dos principios.

El primero de ellos es encender su puro con una llama inodora. Utilice siempre un encendedor de gas butano, un fósforo de madera o un pedazo de lámina de cedro.

Nunca utilice un encendedor de gasolina, un fósforo de cera o una vela porque su aroma se impregnará en el puro.

El segundo principio es tomarse su tiempo y realizar un buen encendido. No hay nada que pueda arruinar el disfrute de un Habano más rápido que un encendido insuficiente.

A continuación le ofrecemos un pequeño ritual para ayudarlo a que siempre lo realice en la forma correcta:

Mantenga la boquilla (parte por donde se enciende el puro) del puro a unos 90 grados de la llama y hágalo girar hasta que la superficie esté encendida de forma uniforme.

Coloque el puro entre sus labios y, a la vez que mantiene la llama a un centímetro de la boquilla del puro, aspire hasta que la llama llegue al puro. Continúe el proceso de rotación del puro.

Sople suavemente sobre la parte encendida del puro para comprobar que está encendido uniformemente.


Fumando
No inhale, no se trata de un cigarrillo. Aspire suavemente hasta que el humo llene la boca y permita que se regodee en sus papilas gustativas.

Relájese y saboree los sutiles sabores y aromas de la ligada de ese Habano.

No deslice ni intente retirar la anilla, ya que corre el riesgo de rasgar la capa, y así arruinar su puro.

No hay problema alguno en volver a encender su Habano si se apagara. Pero primero retire toda la ceniza suelta o le resultará difícil volver a encenderlo.

Se puede fumar un Habano con pleno disfrute probablemente hasta las tres cuartas partes de su tamaño. No se preocupe por la longitud y la suerte que corra la ceniza. No se debe golpear nerviosamente un Habano para sacudirle la ceniza, tal como uno hace con un cigarrillo. Permita que la ceniza caiga por sí misma, preferiblemente sobre un cenicero.


El adiós
Cuando llegue el triste momento de separarse de su Habano, no lo aplaste. Déjelo descansar sobre el cenicero y él se apagará solo. Permítale morir con dignidad.

Condiciones óptimas

Los Habanos, deberán ser conservados a una temperatura que fluctúe entre 16°C y 18°C y con una humedad relativa entre un 65 y un 70 por ciento La humedad es un elemento crucial. Si un Habano se humedece en exceso no se podrá fumar (no encen derá o no tirará). Si se seca, tendrá un sabor picante.

La humedad varía con los cambios de temperatura, por ello también es importante mantener la temperatura lo más constante posible.

Humidores
Por fortuna, existe una gran cantidad de modelos de humidores para ayudarle a conservar sus Habanos.

Un humidor puede ser una caja, una armarito o incluso un cuarto completo, diseñado especialmente para puros, siempre que contenga una fuente que genere o controle la humedad.

Las buenas tiendas de puros mantienen todos sus Habanos en humidores, siempre listos para su venta en perfectas condiciones.

El mejor consejo que se le puede dar es invertir en su propio humidor para poder mantener una selección de Habanos listos para ser fumados.

Sus Habanos tardarán unos días en aclimatarse a las condiciones del Humidor, por eso es una buena idea separar internamente a los recién llegados de los huéspedes ya acomodados.

Colocar los Habanos en un refrigerador es una mala opción. Los refrigeradores eliminan la humedad de los puros, y además sus Habanos absorberán los olores allí presentes.



Añejamiento

Desde el momento en que un Habano terminado sale del banco del Torcedor se establece una íntima relación entre las diferentes hojas que se utilizaron en su fabricación.

Se requiere tiempo para que la ligada de ese puro combine y entregue el sabor que el Ligador tenía en mente.

Para poder realizar el proceso de añejamiento de un Habano en la forma correcta se requiere de un humidor grande dentro del cual el aire húmedo pueda circular alrededor de todas las cajas y donde las condiciones se puedan controlar a constantemente. Es una tarea que merece ser confiada a experimentadas tiendas de puros.

Relación entre el sabor, forma y tamaño
Cómo influyen en el sabor forma y tamaño:

Cada marca presenta su propio estilo característico de sabor, pero a su vez las diferentes vitolas pueden proporcionar sabores distintos:

- Cuanto más grande es el puro mayor sabor proporcionará, y será un fumar más fresco.

- Los puros más gruesos queman más lentamente y producen una mayor cantidad de humo, con una gran intensidad de aromas y sabores.

- Los Doble Figurados ofrecen un sabor peculiar en un inicio, dominado por el sabor de la hoja de capa y el capote. El verdadero sabor se revela cuando se llega a la parte más ancha del puro.

- Los puros más finos se fuman más rápidamente y concentran los sabores en la lengua, proporcionando un sabor más punzante.

El ligador podrá compensar, en cierta medida, estas diferencias, por ejemplo, al omitir la hoja de ligero (con un sabor más fuerte) en la ligada de los puros más delgados. (Los Habanos con un cepo menor a 36 no contienen hojas de ligero.)

Vitolas y cepos
Los Habanos ofrecen longitudes que oscilan entre menos de 10 cm hasta más de 23 cm.

La medida estándar de la industria para el diámetro se conoce como cepo y se expresa en 64avas partes de una pulgada. Los calibres del anillo varían entre 23 (ie 23/64 pulgadas o 9.1 mm) hasta 52 (ie 52/64 pulgadas ó 20.6 mm).

En Cuba, los tamaños se denominan vitolas. La Vitola de Galera es el nombre que utilizan las fábricas para denominar a cada formato - es el nombre de fábrica.

La Vitola de Salida es el nombre que se encuentra en la caja, es decir es el nombre comercial. A veces la Vitola de Salida es el mismo nombre que la vitola de Galera, pero no es muy habitual.

La misma Vitola de Galera tiene a menudo diferentes Vitolas de Salida en cada marca. A veces marcas distintas utilizan el mismo nombre comercial para Vitolas de Galera diferentes.

Además hay vitolas que tienen nombres genéricos populares tales como "torpedo".



En julio de 1935, Alonso Menéndez compró la fábrica de Particulares, fabricantes de la popular marca Particulares y el menos conocido de Byron.Inmediatamente después de su adquisición, creó un nuevo llamado Montecristo . 
El nombre de la marca se inspiró en la Alexandre Dumas, père novela El Conde de Montecristo , que supuestamente era una opción muy popular entre los torcedores (rodillos cigarro) en su fábrica de haber leído por el lector en la planta de laminación. El famoso logotipo de Montecristo, ahora, que consiste en un triángulo de seis espadas que rodea una flor de lis , fue diseñado por John Hunter Morris y Elkan Co. Ltd., de la marca.
En julio de 1936, Menéndez fundó una nueva empresa con un socio, dándole el nombre Menéndez, García y Cía. Con el creciente éxito de la marca Montecristo, la empresa compró el vacilante H. Upmann fábrica de J. Frankau SA en 1937 y transferido a la producción de Montecristo de la fábrica de H. Upmann Particulares, que sigue siendo el hogar de la marca Montecristo después de  la revolución. 
J. Frankau siguió siendo el único distribuidor de la marca H. Upmann en el Reino Unido, mientras que John Hunter Morris y Elkan Co. Ltd. fue el único distribuidor de Montecristo en Gran Bretaña. En 1963, estas empresas se fusionarán para convertirse en Hunters & Frankau , que hoy es el único importador y distribuidor de todos los puros cubanos en el Reino Unido.
Varios libros han dicho incorrectamente que el nombre original de la marca de cigarros fue H. Upmann Montecristo Selección , pero el hecho de que la marca fue fundada por Menéndez en 1935 y su firma no adquirió H. Upmann hasta 1937 lo confirma.


Referencias :



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